Protesta de Periodistas en la Ciudad de Mexico el 16 de Mayo del 2017 |
En los últimos 17 años han sido asesinados en México 106 periodistas en situaciones ligadas con el ejercicio de la labor periodística, convirtiendo a México en una de las zonas más peligrosas para ejercer el periodismo a nivel mundial. Otros 23 periodistas desaparecieron en los últimos 12 años, sin que a la fecha se haya determinado con certeza que paso con ellos.
El 1 de diciembre del 2000 asume la presidencia de México Vicente Fox Quesada, generando la primera alternancia en el poder en poco más de 70 años en los que había gobernado el país la misma linea política a través del PNR-PRM-PRI. Esta alternancia trajo consigo una serie de cambios coyunturales en las políticas que atendían aspectos coyunturales en la administración del país.
En una tierra donde la impunidad y la total ausencia de certeza de castigo, ante las faltas cometidas, han sido un ente permanente por décadas y han permeado y socavado el sistema de justicia del país en casi todos sus niveles; un cambio en la linea política, traería consecuencias más que evidentes, en aspectos relativos a la seguridad y la administración del sistema judicial, consecuencias que tendrían su paralelo dentro de las distintas organizaciones dedicadas a actividades al margen de la ley.
En este contexto muchos periodistas y comunicadores; que atendían distintas fuentes relacionadas con temas como: la política local, la corrupción, la justicia y las notas relacionadas tanto con la delincuencia común, como con la delincuencia organizada; quedaron inmersos y atrapados en medio de este "acomodo político" y en los conflictos que se generaron a raíz del mismo y que eran cubiertos de forma incisiva por algunos periodistas y medios de comunicación.
Durante el sexenio de Vicente Fox fueron asesinados 22 periodistas y se documento la desaparición física de otros 5, por temas ligados al ejercicio de su trabajo como comunicadores sociales. En este mismo periodo de tiempo arrecian de forma marcada las amenazas, acoso y hostigamiento a periodistas y medios de comunicación, principalmente por autoridades locales y las organizaciones del crimen beligerantes en las distintas zonas del país, principalmente en los estados de Veracruz, Tamaulipas y Michoacán.
El sexenio de Fox terminaría dejando al descubierto las dificultades inherentes a la situación de la impartición justicia en México y las complejidades estructurales derivadas de la organización política del país en tres niveles de gobierno a la hora de garantizar la justicia y la seguridad de los mexicanos.
Vicente Fox pasaría el 1 de diciembre del 2006, la estafeta a su copartidario Felipe Calderón Hinojosa, quien había fungido como secretario de energía durante parte de su sexenio.
Calderón tomaría posesión en una rispida sesión en el Congreso de la Unión, bajo acusaciones de fraude por parte del Partido de la Revolución Democrática (PRD), para inmediatamente pasar al Campo Marte, sede central del Ejercito Mexicano y pasar revista a las tropas acantonadas en dichas instalaciones, en donde formalizo los nombramientos de los titulares de Gobernación, Defensa nacional, Seguridad Pública y Marina.
La lucha contra las organizaciones delincuenciales del país, cambiaría drásticamente durante el sexenio en el que gobernó Felipe Calderón, en una jugada arriesgada y sobre la que evidentemente no se evaluaron las consecuencias, el gobierno de Calderón decide implementar una estrategia de choque y confrontación directa, empleando al Ejercito, la Marina y la Policia Federal, un pie de fuerza de más de 300,000 hombres, en contra de las distintas organizaciones criminales que emplean operativamente a más de 400,000 personas en todo el país. La escalada de violencia subsecuente llevo al país a un conflicto de baja intensidad que acumulo mas de 100,000 muertos en los 6 años de mandato.
En medio de los operativos militares implementados en los estados de Michoacán, Baja California, Nuevo León, Guerrero, Morelos, Jalisco, Chihuahua, Sinaloa y Durango los niveles de enfrentamiento y las ejecuciones aumentarían exponencialmente y un conflicto que estaba reducido a regiones específicas de la geografía mexicana se convertiría de forma intempestiva en un conflicto de carácter nacional. En este marco serían asesinados 48 periodistas y otros 15 entrarían en las estadísticas en calidad de desaparecidos.
Calderón terminaría su sexenio con las cifras mas altas de muertos y desaparecidos en la historia del México moderno; a consecuencia de la implementación de una política de seguridad errada, que ocasiono entre otras cosas la fragmentación y pulverización de las distintas organizaciones criminales a lo largo y ancho del país.
Las elecciones del 1 de julio de 2012, llevarían nuevamente Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, a la Presidencia de la República. Nieto quien había gobernado el Estado de México (el más poblado del país, con cerca de 16 millones de habitantes) manteniendo durante su mandato una popularidad moderada, se antojaba como un gobernante, joven y reformador que representaba a la "nueva clase política mexicana", una clase que se presentaba ante el electorado como honesta y dispuesta a luchar contra la corrupción imperante en el país.
Peña Nieto empezaría su mandato con grandes afanes de cambio, la revista Time le dedicaría una portada como el "Salvador de México" pero la corrupción implícita en las esferas del poder político mexicano, ya estaba presente, hacia años que dormía junto a quienes gobernaban y gobiernan el país. Un escandalo tras otros, sobre el presidente, sus allegados, los gobernadores de su partido y el desfalco en detrimento de las arcas del estado de mas de Cientos de millones de pesos, acabarían por etiquetar su sexenio como uno de los mas corruptos en la historia reciente del país.
La intempestiva escalada del narco en algunas regiones de estados como Guerrero o Michoacán provocaron la generación de movimientos espontáneos de autodefensa, compuestos en gran medida por civiles que levantados en armas buscaban suplir al estado, que había perdido la capacidad de garantizar la seguridad a sus habitantes en estas alejadas poblaciones.
La desaparición forzada de 43 estudiantes de una escuela para maestros y los altercados que estuvieron conectados a este hecho y que cobraron la vida de 9 personas, en el municipio de Iguala en el estado de Guerrero, termino por convertirse en una muestra clara de la incapacidad del gobierno y de las instituciones que lo componen de poder resolver y atender los problemas de seguridad relacionados con la delincuencia organizada y los carteles del narcotráfico operantes en el país
En este contexto los periodistas viven una escalada en la intensidad de la violencia, hostigamiento y acoso que viven en el ejercicio de sus funciones; desde que Peña Nieto asumió la Presidencia han sido asesinados 32 periodistas en situaciones ligadas al ejercicio de informar. 11 de ellos durante el 2016 el año mas sangriento para la prensa en la historia reciente del país. 6 en los 5 meses que van del 2017.
La situación para la prensa y los periodistas mexicanos esta en un punto de inflexión critico, hay quienes buscan el silencio que acompaña la corrupción y la impunidad, para alcanzarlo no han encontrado mejor forma que matar a quienes levantan la voz, a quienes buscan de forma honesta dar voz a 120 millones de almas que hoy palpitan en este terruño que con amor llamamos México.
#NOALSILENCIO · #NIUNOMAS
Comité Editorial